Cirugía Oncológica

Cirugía

La cirugía oncológica es el tratamiento más antiguo del cáncer y el más utilizado hoy en día. Además, probablemente se trata de la modalidad de tratamiento que, por si sola cura más canceres. Afortunadamente, otros tratamientos han ido incorporándose y actualmente, la cirugía ocupa un lugar destacado dentro del conjunto de los tratamientos oncológicos que, en la mayoría de los casos, deben ser multidisciplinarios.

Por supuesto, la cirugía del cáncer es un campo muy amplio e imposible de reducir a una pequeña página. Las especialidades que intervienen en la cirugía del cáncer son muy numerosas: Cirugía General, Cirugía Torácica, Cirugía Plástica, Cirugía Maxilofacial, Otorrinolaringología, Urología, Neurocirugía, Oftalmología, Ginecología, etc.

PRINCIPIOS DE ONCOLOGÍA QUIRÚRGICA

Es crucial resecar parte del tejido normal que rodea el tumor. Los cirujanos, por lo tanto, deben saber el modo de invasión de cada tumor, reconociendo que algunos cánceres invaden en profundidad y a lo largo de los planos tisulares.

La primera operación tiene mayor posibilidad de ser exitosa que la segunda, realizada por una recidiva.

La metástasis a los ganglios linfáticos regionales ocurre en la mayoría de los carcinomas y en algunos sarcomas.

Es preferible la resección del órgano y los ganglios linfáticos adyacentes cuando ésta puede ser realizada sin gran morbilidad o serio desfiguramiento.

Algunos cánceres (tales como el carcinoma basocelular de piel, condrosarcoma, y carcinoma epidermoide de cuello uterino) tienden a ser altamente coherentes, metastatizando tardíamente o nunca, pudiendo ser curados aun en estadios avanzados por cirugía agresiva consistente en la resección de múltiples órganos.

Los cánceres de crecimiento lento con largos ciclos celulares son los más aptos para un tratamiento quirúrgico. Aun algunas metástasis pueden ser resecadas exitosamente si la historia de un tumor muestra que su progresión es lenta.

Las ventajas del manejo interdisciplinario en el paciente con cáncer a menudo superan las desventajas; por ejemplo, la morbilidad adicional que puede ocurrir cuando la quimioterapia y/o radioterapia son usadas concomitantemente con la resección quirúrgica, se puede balancear con los beneficios de una operación más conservadora o con la disminución del riesgo de metástasis sistemática en el futuro.

Probablemente, las reacciones inmunitarias son importantes en todos los pacientes.

El estadio de la neoplasia (determinado por los procedimientos disponibles), debe preceder siempre al tratamiento quirúrgico definitivo.

Tareas del cirujano en oncología

  1. Establecer el diagnóstico tisular.
  2. Resecar las neoplasias localizadas y metastásicas.
  3. Corregir obstrucciones, detener hemorragias y calmar el dolor.
  4. Establecer el estadio quirúrgico.
  5. Insertar y controlar instrumentos terapéuticos.
  6. Reconstruir los tejidos de daño tisular secundario al tumor o a la irradiación.