
Las mujeres con antecedentes familiares de cáncer de mama se consideran a sí mismas con muchas posibilidades de padecer la enfermedad. Por este motivo presentan mayor riesgo de padecer problemas psicológicos, fundamentalmente trastornos de ansiedad.
Hay dos momentos clave:
- Al alcanzar la edad a la que se diagnosticó la enfermedad su familiar (madre o hermana fundamentalmente)
- Al tener el mismo número de hijos que tenía su madre cuando murió
- Con frecuencia la mujer con riesgo genético está convencida de que desarrollará en un futuro un cáncer de mama. Su preocupación es CUÁNDO lo va a desarrollar.
Es interesante reseñar también que:
- El 45% de las mujeres sobrestiman su riesgo.
- Sólo un 11% identifican correctamente su riesgo.
- Las subestimaciones se producen en mujeres de alto riesgo (35-50%), que no reciben asesoramiento.
La posibilidad de desarrollar un cáncer de mama genera una serie de sentimientos, entre los que destacan:
- Miedo al desfiguramiento físico (con frecuencia más que a la muerte).
- Sentimientos de culpabilidad .
- Pérdida del control (tenencia de un gen que le lleva a la enfermedad).
- Sentimiento de soledad.
Además la ansiedad disminuye su calidad de vida:
- Piensan en el cáncer cada día.
- Posponen matrimonio.
- Renuncian a la maternidad.
No hay que olvidar tampoco que normalmente las mujeres con riesgo y gran ansiedad suelen ser pasivas en cuanto a los intentos de prevención secundaria. Por ello es preciso valorar cuidadosamente y de forma individualizada los aspectos psicológicos en la mujer identificada como de alto riesgo a la hora de proponerle medidas preventivas.